Los testers son exactamente el mismo perfume que las casas distribuidoras envían a las tiendas para que los clientes lo prueben antes de adquirir el frasco regular. La única diferencia es el empaque: los testers suelen venir en cajas blancas o cafés y, en la mayoría de los casos, sin tapa. La fragancia y la botella son idénticas a las de la versión comercial, solo varía la presentación exterior.

La principal razón por la que muchos de nuestros clientes eligen testers es el precio, ya que suelen ser más económicos que los perfumes regulares. Existe el mito de que los testers fijan mejor la fragancia —algunos dicen que, por haber sido usados como muestras, “enganchan” más la esencia—, pero en realidad no hay diferencia en la fórmula: la fijación es la misma en el tester que en su equivalente regular.

¿Por qué las grandes tiendas no venden testers?

Los fabricantes y distribuidores suelen prohibir la venta de testers por razones de marketing (evitar que se vendan al mismo precio que los frascos regulares), no por una obligación legal.

¿Por qué nosotros sí vendemos testers?

La normativa no impide su comercialización: la restricción proviene únicamente de acuerdos internos de distribución. Nosotros ofrecemos testers porque queremos brindar a nuestros clientes la opción de adquirir el mismo producto —idéntica calidad y olor— a un precio más accesible.